Las exportaciones de China crecieron a un ritmo más lento que el previsto en agosto, mientras que las importaciones cayeron sorpresivamente, lo que subraya el creciente desafío que enfrentan las autoridades de Pekín en momentos en que la demanda interna se debilita y las perspectivas económicas mundiales se oscurecen. Las exportaciones crecieron el mes pasado un 2,7% en una tasa interanual, por debajo de la previsión de un 3% obtenida en un sondeo de Reuters, confirmando la advertencia del presidente Hu Jintao de los graves desafíos que plantea la economía mundial.