Las finanzas públicas de Gran
Bretaña reflejaron un déficit imprevisto en julio,
tradicionalmente un mes de recaudación fiscal fuerte, tras un
comportamiento flojo del impuesto corporativo, especialmente del
sector energético, de acuerdo con datos publicados el martes. La Oficina Nacional de Estadísticas dijo que las finanzas
del sector público sin contar intervenciones del sector
financiero, que es la medida preferida del gobierno, reflejaron
un déficit de 557 millones de libras esterlinas comparado con el
superávit de 2.800 millones de libras en julio del 2011.