La inseguridad golpea fuerte a Buenos Aires En el partido de Cañuelas asesinaron a dos comerciantes y los vecinos salieron a protestar durante todo el día frente a la Municipalidad. Un caso con lectura política en la Provincia.

La seguridad volvió a quedar al tope de la agenda bonaerense, luego de que el asesinato de dos comerciantes en Cañuelas desatara fuertes protestas de vecinos de ese partido, quienes increparon a funcionarios y reclamaron la renuncia de la intendenta Marisa Fassi.

Tras los crímenes ocurridos este domingo por la noche, el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal viajó a la localidad junto al jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin, y otros funcionarios, y dieron su respaldo a la jefa comunal, que es la esposa del ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta.

Los asesinatos generaron una importante protesta en la intendencia, adonde los vecinos ingresaron cerca del mediodía y mantuvieron su reclamo durante gran parte de la jornada. Frente a los manifestantes, entre gritos e insultos, Casal afirmó: "Ella (la intendenta) no es la responsable de la seguridad en la provincia y mucho menos en Cañuelas. La responsabilidad es nuestra por eso estoy aquí con todo mi equipo para trabajar y esclarecer el hecho".

"El gobernador me ha pedido transmitir a los vecinos que se calmen, esperemos. Este es un trabajo que hay que llevarlo adelante con calma con prudencia y con racionalidad", afirmó el ministro de Justicia y Seguridad. El funcionario explicó que a Cañuelas viajó "todo el Gabinete, el jefe de la Policía, investigaciones y subsecretarios". Sobre el caso, Casal dijo que "se hicieron ocho allanamientos" y que "hay una hipótesis muy concreta" vinculada a un ex convicto que "es uno de los presuntos sospechosos".

"Es una de las posibilidades que investigamos", expresó el funcionario sobre el ex detenido, quien había sido identificado años atrás por una de las víctimas como autor de un delito por el que fue condenado. El ministro les pidió a los vecinos "calma", que "comprendan" y les anunció que "se está trabajando intensamente". "El compromiso tanto de la intendenta como el nuestro es quedarnos acá hasta que esto se aclare", enfatizó Casal.

Luego, el jefe de la Bonaerense, en las puertas de la intendencia también afirmó -entre insultos y gritos- que se está "trabajando para esclarecer el hecho y atender todas la necesidades de seguridad". Los manifestantes, que en la noche del domingo habían protagonizado un multitudinario cacerolazo, acudieron en forma masiva desde la mañana a la Municipalidad local, donde algunos pidieron la destitución de la intendenta.

Las protestas se originaron tras el crimen de los comerciantes Marcelo y Leonardo Massa, ocurrido anoche en el pequeño 
supermercado que poseían en la avenida Libertad al 1400 de esa ciudad, cerca de las 20.00. Los hermanos fueron baleados por un hombre que llegó al lugar en una moto conducida por un cómplice y que no llegó a robar nada. Al comercio, según vecinos del lugar, arribaron los dos hombres en moto, uno de los cuales se bajó y, en circunstancias que no se habían determinado, le disparó en el pecho a uno de los hermanos, que murió en el acto, mientras se encontraba agachado acomodando bolsas de cartón.

En tanto, el otro comerciante también fue baleado y recibió una grave herida en un pulmón cuando se encontraba en la zona de las cajas. Los asesinos escaparon en la moto, sin llevarse nada, y el comerciante herido finalmente murió cuando era sometido a una intervención quirúrgica en el hospital local, situado a pocas cuadras del negocio. Por la investigación, Matzkin recibió a Matías, hijo de Leonardo Massa, quien aseguró a la prensa que a su padre y a su tío "los mataron sin robarle nada" y que hasta el momento no estaba conforme con la actuación policial.

Según se supo, uno de los hermanos ya había sido víctima de un grave hecho de inseguridad, ya que seis años atrás había sido baleado por asaltantes cuando llegaba a su casa, hecho que le había costado la pérdida de un riñón. Hace seis años Marcelo Massa fue asaltado en su domicilio y en ese hecho delictivo, el hombre forcejeó con los delincuentes y recibió un disparo que le provocó la pérdida de un riñón. Tras realizar la denuncia y declarar, los Massa fueron decisivos para que el ladrón terminara en prisión. 

Buenos Aires, NA.