El Congreso de los Diputados español aprobó el primer ajuste del gobierno del derechista Mariano Rajoy, con el que se recortan 8.900 millones de euros del gasto público y se pretenden recaudar otros 6.300 millones en impuestos para reducir el elevado déficit público en medio de una grave crisis económica.El paquete de medidas, de típico corte fondomonetarista como los aplicados por el anterior gobierno socialista, recibió 197 votos a favor, 130 en contra y 4 abstenciones.El primer “tijeretazo” salió adelante gracias a la mayoría absoluta del gobernante Partido Popular (PP), si bien también contó con el apoyo crítico de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió (CiU).Con esta medidas, el Ejecutivo pretende reducir de forma “inmediata” el desequilibrio presupuestario de España, cuyo objetivo de déficit comprometido con la Unión Europea (UE) para 2012 es del 4,4%.Rajoy reveló este martes que el déficit público de 2011 se situará por encima del 8% - y no en el 6% previsto inicialmente-, por lo que el ajuste exigido para este año será del doble, de entre 37.000 y 40.000 millones de euros, según fuentes del Partido Popular (PP).
"Tuvimos noticia de este agujero a los pocos días de llegar a nuestro nuevo destino", afirmó hoy el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al defender las medidas en el Congreso.Montoro, quien sustituyó en el debate a Rajoy, que no comparece desde que asumió como presidente el 20 de diciembre, aseguró que el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero “conocía la desviación del déficit”, de dos puntos, en 20.000 millones de euros, y “no lo explicó ni a la sociedad ni al nuevo Ejecutivo”.
El titular de Hacienda inició así la defensa del decreto adoptado el pasado 30 de diciembre, que contiene el primer gran recorte de gasto público, de unos 8.900 millones de euros, y una subida impositiva por dos años del IRPF (impuesto a las ganancias) y del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), con el que se pretende recaudar 6.300 millones de euros."La economía está parada, estamos a la puertas de una recesión, con cinco millones de desocupados, y las cuentas están desequilibradas”, subrayó Montoro para justificar el fuerte incremento impositivo y el ajuste, que incluye la congelación del salario mínimo interprofesional y de los empleados públicos.El portavoz del ahora opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Antonio Alonso, respondió afirmando que el PP “sabía desde antes de las elecciones” que en 2011 no se cumpliría con el objetivo de déficit del 6% comprometido con la Unión Europea (UE), “pero se empeñaron en decir que no iban a subir impuestos y tampoco dijeron qué iban a recortar”.Alonso reprochó al PP que Rajoy sea el único presidente de Europa que no explicó ante el Congreso las medidas de ajuste y le recordó que la desviación del déficit se produjo “en las comunidades autónomas, en su mayoría gobernadas por el PP”.Al justificar el voto en contra de los socialistas, Alonso señaló que “las medidas propuestas por el PP son injustas porque penalizan a rentas medias, bajas y del trabajo”.El portavoz del PSOE subrayó que “2012 comienza con una gran recaída para España. El recrudecimiento de la crisis obliga compaginar las políticas de ajuste con una política clara de estímulos y reformas para estimular la economía, crecer y crear empleo”. Sin embargo, “el PP defiende política extremas de austeridad, lo que va a contraer aún más la demanda interna y crear más desempleo”, remarcó.El resto de grupos opositores también criticaron el ajuste por considerarlo injusto y advirtieron que generará más desempleo.El diputado de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, acusó al gobierno de “imponer las medidas dictadas por la patronal” y criticó la falta de medidas dirigidas al capital: “la banca siempre gana, y los directivos, más”.“Los trabajadores van a pagar cuatro de cada cinco euros de la subida impositiva”, denunció, al tiempo que recriminó al Ejecutivo que recorte el presupuesto en educación e investigación.
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