Apple dijo el viernes que va a dejar de vender el último modelo de su iPhone en sus tiendas minoristas de Pekín y Shanghái para garantizar la seguridad de sus clientes y empleados, después de que casi se desataran unos disturbios en una de sus tiendas en la capital china. Algunos compradores airados lanzaron huevos a la emblemática tienda de la empresa tecnológica estadounidense después de que cientos de de ellos hicieran cola durante la noche y se les dijera que la venta del iPhone 4S no iba a comenzar como estaba previsto.