`Vamos a ver el euro por debajo de 1,20 dólares durante algún tiempo´

No es un buen momento para invertir en euros contra el dólar, desde la perspectiva de Miguel Ángel Rodríguez. Y no por razones fundamentales, sino porque la economía europea tiene que seguir un proceso de ajuste. Según el analista asociado de XTB, el proceso de venta de bonos por parte de fondos de inversiones japoneses y americanos va a seguir. Y eso va a seguir presionando al euro a la baja. El siguiente objetivo puede ser alrededor de 1,27 en el euro-dólar pero posiblemente lo veamos por debajo de 1,20 durante algún tiempo.
Miguel Ángel Rodríguez es analista asociado de XTB, compañía especializada en productos derivados. Licenciado en Ciencias Empresariales, está considerado uno de los mayores expertos en el mercado de divisas. Durante más de veinte años se ha dedicado al trading profesional en bancos de primera línea en España y en otros países como Alemania y EEUU. Fue responsable del grupo de Prop-Trading de rates en el Banco de Santander del año 2000 a 2003, y desde ese año hasta el 2009 fue Executive Director a cargo de la mesa de market-making de divisas de este mismo banco.

—¿Cree que en un entorno de aversión al riesgo como el actual, es un buen momento para invertir en divisas?

—Una de las ventajas que tiene el mercado de divisas es que siempre es momento para invertir en ellas. No necesariamente necesita tener un mercado en una dirección determinada.

—¿En qué divisas invertiría ahora?

—En un este entorno, el inversor busca un lugar seguro donde preservar el valor de su inversión y no tanto rentabilidad. Las divisas tradicionales, el franco suizo, y el yen por otras razones, han perdido esa calidad de divisa refugio por las intervenciones de los bancos centrales de Suiza y de Japón. Una moneda fuerte perjudica sus economías y van a seguir vendiendo sus divisas en el mercado. Descartadas como valores refugios, con el euro cayendo y descartando las monedas relacionadas con las materias primas, - el dólar australiano, canadiense, incluso la libra-, porque va a haber menos demanda de "commodities", ya que estamos en un escenario de recesión económica, la única divisa que queda actualmente como refugio es el dólar USA. Y si alguien me pide una recomendación, pues comprar dólares, de momento.

—¿Espera una depreciación significativa del euro?

—Bajo mi punto de vista, no sería buen momento para invertir en euros contra el dólar. No por razones fundamentales, sino porque la economía europea, comparada con el dólar, tiene que seguir un proceso de ajuste para adecuarse a los fundamentos económicos que representan a Europa respecto a Estados Unidos. A todo esto, tenemos que unir el problema de la crisis de deuda. El pacto fiscal aprobado no es ni muchísimo menos la solución. Es solamente algo que será necesario en el futuro. La inversión en euros a través de bonos, no ofrece ningún tipo de garantías de que no vayan a seguir cayendo. Tampoco está claro el respaldo a esos bonos. El proceso de venta de bonos por parte de fondos de inversiones japoneses y americanos sobre todo, va a seguir en el mercado. Y eso va a continuará presionando al euro a la baja. El siguiente objetivo del eurodólar puede ser alrededor de 1,27, pero posiblemente veamos por debajo de 1,20 durante algún tiempo.

—¿Por qué está el euro en estos niveles todavía altos?

—Por un tema técnico impuesto desde Europa por de las necesidades de recapitalización del sistema financiero.

—¿El dólar es seguro a pesar de las alertas de recesión en Estados Unidos?

—Últimamente se ha puesto en tela de juicio la validez del dólar como moneda de referencia. La economía americana ha estado en un proceso de recesión pero ahora se está recuperando. Se han llevado a cabo políticas monetarias y económicas muy diferentes a las de Europa y los últimos datos económicos que hemos visto son de recuperación, tanto en el mercado de empleo como en el mercado propio. El Producto Interior Bruto americano parece que repunta, también, gracias a una política monetaria expansiva con tipos de interés muy bajos y todo tipo de estímulos para la economía. Yo sigo pensando que sigue siendo el activo de último recurso. En cuanto la economía mundial empiece a dar señales de rebrote, veremos cómo los inversores irán diversificando de nuevo con otro tipo de divisas, pero en la actualidad, el último recurso, es Estados Unidos. E n cierta manera gracias a los últimos datos económicos de cierta recuperación, muy diferente a lo que estamos viendo en el resto del mundo. Y a Europa por supuesto. Incluso China, gracias a su política monetaria restrictiva, subidas de tipos de interés, también ha decrecido de una manera fuerte. Lo único que va quedando es Estados Unidos. Tengo un alto grado de convicción de que vamos a ver el dólar subir, y subir con fuerza contra las demás divisas en los próximos meses, a pesar de que a las autoridades americanas, tanto económicas como políticas no les interesa un dólar fuerte. Han mantenido siempre una política de dólar débil para estimular a su economía, nada más y nada menos que desde el año 1985. De momento van a tener que lidiar con un dólar un poco más fuerte .

— ¿Cómo ve la solución de la crisis de deuda europea?

—Yo creo que todavía estamos muy lejos de conseguirlo. El problema de crisis de deuda, que ya no es tan periférica porque se va contagiando hacia el centro de Europa, es de credibilidad. No es un problema de solvencia. En Europa hay dinero para hacer frente a eso. Es un problema de credibilidad de que Europa funcione como una unidad, de que, si un país de la Unión Europea tiene un problema, van a salir a salvarlo de una manera conjunta. Empezó con Grecia como vimos, pero luego se trasladó a países como Italia, y luego España, donde el nivel de deuda ni siquiera es como el de Alemania; es mucho más bajo. Pero aquí el inversor quiere tener la seguridad de que la deuda emitida por una entidad o por un país de la Eurozona va a ser respaldada por la autoridad monetaria, como lo hacen en Inglaterra y en Estados Unidos. Allí tienen unos niveles de deuda inmensos pero al monetizar la deuda, pueden crear dinero y siempre van a hacer frente a sus pagos y por lo tanto nunca se va a producir un default en EE.UU en este sentido. Aquí estamos regidos por una ortodoxia germánica, donde no se ve como correcto.

—¿Cómo ve el futuro del Euro? ¿Cree que el miedo a un “corralito” tiene algún fundamento? ¿Están tan mal las cosas como las pintan?

—Están mal las cosas. Sí, pero no hay riesgo de corralito, precisamente. Las medidas que del Banco Central Europeo han sido muy acertadas. La gente profana no logra entenderlo y ven mal que las ayudas vayan a los bancos. Pero es que es la economía que vivimos en estos momentos, es muy de mercado y muy financiera. Si no se ayuda a los bancos se cae todo. La ampliación de los plazos de provisión de liquidez en repos hasta tres años y la ampliación de colaterales de las garantías que estos bancos tienen que aportar, es un balón de oxígeno al sistema financiero. Y eso es muy importante porque podríamos estar al borde del abismo. Yo creo que hemos estado muy cerca. Y eso va a evitar precisamente el corralito. Que tengan que cerrar bancos ó se congelen los depósitos. Eso no va a ocurrir.

—¿Hasta qué punto corre peligro el proyecto euro?

—Considero que es muy difícil de cuantificar. Si esto siguiera en el ritmo en el que nos hemos estado moviendo los últimos meses, podría llegar hasta un 40 un 50%. Morgan Stanley lo situaba recientemente en el 30%. Las últimas medidas se inclinan hacia lo que sería una solución, pero sin convencer mucho. Se necesita una voluntad política de seguir juntos y una decisión de respaldar la deuda de los países que integran la Unión Europea. Nuestro objetivo es político y económico, y crear una autoridad central, un tesoro unificado y renunciar a parte e nuestra soberanía política y económica en pro de conseguir una unidad. Con eso sería suficiente. Ahora mismo hay un exceso de nacionalismo político. Merkel está muy preocupada por sus elecciones y su visión es muy cortoplacista. Y así no se llega a ningún sitio. Si pensamos que esto es bueno tendremos que sacrificarnos. Unos mas y otros menos. Para Alemania quedarse aislada con su marco, sería volver otra vez a un sistema que es mucho más lento, menos flexible y menos prospero. Evidentemente Alemania ahora está bien. Los técnicos como Monti piensan de otra manera, primero solucionar el problema pero siempre sobre la base de que se mantienen las estructuras que en un principio fueron creadas. Si aquí no sabemos ni lo que queremos, a ver quien nos va a comprar bonos.

Entrevista a Miguel Ángel Rodríguez, analista asociado de XTB INVERTIA