La agencia de calificación S&P ha rebajado a negativa la perspectiva a seis automovilísticas japonesas, entre las que figuran Honda y Toyota debido a la caída de la producción tras el tsunami. S&P espera que el negocio y sus resultados se resientan y que las empresas pierdan competitividad y cuota de mercado a largo plazo. S&P ha recortado la perspectiva a Nissan, Aisin Seiki, Denso, Toyota y Toyota Motor, mientras que mantiene en negativo el panorama para Misubishi. Excepto para ésta última compañía S&P tiene un rating de B+, a cuatro escalones del “bono basura”.