LA SEMANA EN POCAS PALABRAS
Los primeros 3 meses del año son clave para definir el tono de las negociaciones salariales que arrancan en marzo. En 2010, la escalada del precio de la carne que arrastró al resto de los alimentos se montó sobre una inflación que navegaba algo por debajo del 20% anual y la llevó a un ritmo que, en el primer trimestre, promedió el 35% anualizado. Esto terminó avalando demandas salariales superiores al 30% y así los salarios del sector privado registrado (sindicalizado) treparon un promedio de 29% en 2010.En materia de precios, el año comienza con dos puntos a favor en cuestiones microeconómicas y varios en contra en el frente macroeconómico. El primer factor “micro” que juega positivamente es que es difícil suponer que se repita con igual intensidad en 2011 la suba de precios internacionales de las materias primas que se vio en 2010 (28% según el IPMP). Esto ha venido empujando la inflación en casi todo el mundo emergente, que hoy está aplicando políticas de contención (los casos más conocidos y más sensibles para la Argentina son Brasil y China).
El segundo factor “micro” a favor es el precio de la carne, que fue una maldición en 2010 (sumó 3,6 puntos porcentuales al IPC) pero podría ser una bendición en 2011. El precio doméstico trepó vertiginosamente hasta alcanzar niveles internacionales, lo cual permite suponer que este importante componente de la canasta de precios tendrá un aumento relativamente acotado.Entre los factores macroeconómicos en contra pueden mencionarse las super-expansivas políticas fiscal y monetaria. La expansión monetaria avanza a un ritmo del 33% anual y todo hace suponer que, más temprano que tarde y en línea con los límites máximos de expansión del Programa Monetario 2011 para el primer semestre, la expansión de dinero rondará el 40% interanual. Para no quedarse atrás, el aumento del gasto público en el año electoral se anticipa con un crecimiento similar, más cercano al 35-40% que tuvo en el segundo semestre de 2010 que al 30-35% que mostró en el primer semestre. Por último, las expectativas de inflación para los próximos 12 meses siguen en la franja del 25-30%.Con el antecedente de una inflación en alimentos del 35% en 2010, las negociaciones salariales aparecen como otro factor de riesgo. Al menos así se desprende de la preocupación que muestra el gobierno nacional por impulsar un acuerdo social entre sindicatos y empresas o –en el escenario de mínima- empujar el rango de negociación salarial más cerca del 20%. Hasta hoy ha fracasado en ambos intentos. Las primeras negociaciones han comenzado con demandas que oscilan el 30%, lo que anticipa un acuerdo final en un rango del 25-30%.Hay otro riesgo importante asociado a estas negociaciones y es que, para congraciarse con el gobierno nacional, algunos sindicatos negocien un ajuste inicial más bajo (en el orden del 20-25%) pero sujeto a una reapertura de las negociaciones en la segunda mitad del año. Esto podría operar como un acelerador del proceso inflacionario si, como es de suponer, la reapertura de paritarias no se hará para demandar cifras insignificantes y operaría como una indexación de facto que agregaría más inercia al proceso inflacionario.En este marco, la inflación en 2011 arrancó a paso firme por encima de la de enero de 2010. Según el IPC-FIEL, los precios aumentaron 2% en enero, superando los registros del último bimestre de 2010 (+1,3% m/m) y de enero de ese año (+1,7%). En la comparación anual, la tasa de inflación alcanzó el 23,4%. Para Economía & Regiones (E&R) el incremento en los precios al consumidor fue de 2% mensual y la suba anual 26,2%.El dato positivo es que la inflación núcleo tuvo un aumentó moderado en enero. Este subíndice -que captura las tendencias subyacentes de la inflación- registró un alza de 1,4% mensual (18% anualizado). En los últimos 2 meses, viene creciendo por debajo del promedio del segundo semestre de 2010 (1,7% ó 22% anualizado). Es un dato que marca una estabilización (probablemente temporaria) del proceso inflacionario pero que ha sido opacado por los aumentos de los bienes estacionales y los alimentos.Precisamente, el dato negativo fue la inflación en alimentos, que continuó elevada (1,7% mensual) y explicó ¼ de la inflación de enero y acumula una suba del 33% en el último año, según el IPC-FIEL.