El parque automovilístico británico registró su primera caída desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 2009, al bajar el 0,7% con respecto al año precedente, informó hoy la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles. La crisis económica, los incentivos gubernamentales a la sustitución de los vehículos viejos y una aplicación más rigurosa de la legislación que prohíben la circulación de los más contaminantes, contribuyeron a ese descenso. A finales del año pasado había en el Reino Unido circulando 31.035,791 automóviles, lo que supone un retroceso del 0,7% con respecto a 2008.